domingo, 3 de abril de 2011

¿Cambios?

¿Cambiar? ¿Para qué?
De nada vale ponerse una mascara intentando ser lo que uno no es, simplemente para conseguir estar con alguna persona.

Y no hablo del crecimiento interior, de ese tipo de cambios que uno recibe de las experiencias, sino del cambio que uno mismo se impone, se obliga, intentando ser lo que no es.

Más valor tiene alguien que negandose a ese cambio forzado, ha conseguido finalmente compartir con la persona adecuada el cariño que todos, algún día, quisieramos dar y recibir.

Por eso y más, paso de cambiar para gustar a otros, prefiero ser yo mismo.

1 comentario: